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Conocer qué derechos y obligaciones comporta el estatus de refugiado; saber si pueden renunciar a este procedimiento si por fin se soluciona el conflicto y pueden retornar a su país, dónde escolarizar a sus niños, cómo darse de alta de autónomo o revisar un contrato de alquiler. Estas son solo algunas de las cuestiones que han respondido día tras día los casi cien abogados y abogadas que forman parte del servicio de atención integral a las personas que llegan desde Ucrania, ubicado en la Ciudad de la Luz de Alicante.

Este viernes 24 de febrero se cumple un año de la invasión de Rusia en Ucrania, que ha provocado el éxodo de miles de personas a diferentes puntos de Europa y del mundo. Uno de los primeros centros de acogida que se habilitaron en España en aquel momento fue el de Alicante, en las instalaciones de la Ciudad de la Luz. En el marco de una atención integral a los refugiados procedentes de Ucrania, el 24 de marzo de 2022 tuvo lugar la primera de guardia de un servicio que continua vigente y en el que se han realizado más de 4.400 asistencias.

«La respuesta de ICALI a esta emergencia humanitaria, como en otras lamentables oportunidades, fue inmediata. La abogacía siempre está cuando se la necesita», recuerda el decano del ICALI, Fernando Candela Martínez. «En cuestión de días organizamos un nuevo servicio, al que se accede a través formación especializada en materia de Derecho de Extranjería. Nuestra labor es garantizar el acceso de estas personas a sus derechos en su condición de exiliados», señala Catalina Alcázar Soto, responsable del Turno de Oficio del Colegio de la Abogacía de Alicante.

Evolución del servicio

Al inicio del servicio, los abogados y abogadas del ICALI llegaban a dar asistencia a una media de 80 personas en cada turno de guardia. A lo largo de todo este año, el servicio se ha ido adaptando a las necesidades y, actualmente, continúa activo en las instalaciones de Ciudad de la Luz.

La vocación de estar

«Como abogados y abogadas no podemos hacer otra cosa que ofrecer nuestro conocimiento y trabajo ante situaciones como la que viven los refugiados de una guerra». Así de simple y compleja a la vez resume su experiencia este año en Ciudad de la Luz la presidenta de la Sección de Derecho de Extranjería y Derechos Humanos del ICALI, María Isabel Gómez Reyes. «Nuestra profesión nos permite contribuir, de alguna manera, a esa sensación de seguridad que estas personas han perdido», asegura la abogada, que recuerda que las personas refugiadas procedentes de Ucrania tienen garantizado un permiso de residencia y trabajo prorrogable mientras la situación de conflicto se mantenga.